Mi hijo no quiere estudiar: 6 consejos para motivar el aprendizaje

25/07/2022
Kumon América del Sur
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"Mi hijo no quiere estudiar"
. Una frase repetida por un número incontable de madres, a lo largo de innúmeras generaciones.

Si llegaste hasta aquí, probablemente eres una de ellas, angustiada por la situación de tu hijo.

Al fin y al cabo, su falta de interés por los estudios le provoca dificultades en la escuela e incluso en su futuro profesional, a la hora de enfrentarse al mercado laboral.

Las consecuencias son muchas: reprobación, desmotivación, baja autoestima, dificultad para encontrar un trabajo.

Pero ¿alguna vez ya has pensado en cuáles podrían ser las causas?

Bueno, no siempre son sencillas y raramente se resumen a villanos como las pantallas o los videojuegos.

¡La buena noticia es que es posible solucionar la situación y enseñarle a tu hijo a disfrutar el estudio! ¿Quieres saber cómo? Entonces, sigue leyendo.

En este artículo, vamos a presentar algunos puntos que influyen el gusto o no por el aprendizaje.

Si te estás preguntando: "¿cómo motivar a mi hijo a estudiar?", presentamos algunos consejos para ayudarte.

¿Vamos?


¿Por qué el niño pierde el estímulo del estudio?


Antes de hablar sobre los motivos que llevan a la falta de interés por los estudios, es importante aclarar que “mi hijo no quiere estudiar” no es exactamente lo contrario de “a mi hijo le encanta estudiar”.

En otras palabras, si tu hijo presenta algún nivel de desinterés, especialmente en una asignatura específica que no le gusta, no debes preocuparte. Eso es súper normal.

Ahora, si eso ocurre en exceso, tal vez sea el momento de prestar especial atención a algunas razones o dificultades que pueden estar interfiriendo en su interés por los estudios.

Hay muchos factores que pueden desestabilizar al alumno, desde el exceso de pantallas hasta problemas de salud mental como ansiedad y depresión.

Si crees que tu hijo perdió las ganas de estudiar y está menos motivado que lo habitual, trata de observarlo de forma más atenta.

Esta actitud sencilla puede ayudarte a identificar algunas de las razones por las que tu hijo perdió el interés por los estudios.

Problemas de baja autoestima

Muchas veces el alumno se esfuerza mucho por aprender el contenido, estudia con empeño para un examen y aun así no logra un buen resultado.

Para muchos niños y adolescentes, este tipo de experiencia puede generar dudas sobre su propia capacidad y resultar en un problema de baja autoestima.


Falta de autonomía

Antes de decir “mi hijo no quiere estudiar”, pregúntate: “¿le doy suficientes responsabilidades?”.

Cuando los padres quieren ayudar, pero acaban asumiendo las responsabilidades del niño, perjudican su autonomía.

Como resultado, el alumno no desarrolla plenamente su capacidad de estudiar y aprender solo.

Incluso, le resulta difícil organizar su tiempo y los materiales o realizar las tareas si no estás cerca.

Dificultades de aprendizaje

Hay varios factores que resultan en dificultades de aprendizaje.
 
Si eres una de esas madres que vive asombrada por el fantasma de “mi hijo no quiere estudiar”, vale la pena investigar si no hay un motivo más grave para ello.
 
Pueden variar desde problemas de audición o visión hasta dificultades con las habilidades cognitivas como la concentración, enfoque y capacidad de comprensión.

Problemas emocionales

¿Y si a tu hijo realmente le gusta estudiar, pero no le gusta la escuela?

Problemas como bullying, por ejemplo, son cada vez más frecuentes. Este es el tipo de situación que suele entristecer al niño, dejarlo sin autoestima o concentración para aprender.


Mi hijo no quiere estudiar: mira 6 consejos que te pueden ayudar


Naturalmente, a la mayoría de los niños les gusta aprender cosas nuevas.
 
Basta observar su entusiasmo cuando logran andar, o cuando comienzan la alfabetización y quieren leer toda y cualquier palabra que puedan, ya sea empaques, estampas, letreros…
 
La sensación de superar los retos y adquirir un nuevo conocimiento motiva al niño y le hace sentir bien.
 
En otras palabras: la sensación de acertar y lograrlo es fundamental para cambiar “mi hijo no quiere estudiar” por “a mi hijo le encanta aprender”.
 
Aprovechar esa motivación es una herramienta poderosa que tienes en tus manos.
 
¡Mira algunos consejos que pueden marcar la diferencia en tu casa hoy mismo!

Establece metas con tu hijo

Disfrutar el estudio está íntimamente relacionado con la idea de motivación.
 
Como vimos, no poder entender el contenido trae frustración, baja autoestima y menos ganas de aprender.
 
La buena noticia es que lo contrario también es cierto.
 
Al dominar un contenido o sacar una buena nota, el niño se da cuenta de que es capaz y se siente motivado a seguir adelante.
 
Por lo tanto, si estás viviendo el dilema de “mi hijo no quiere estudiar”, es importante establecer con él metas alcanzables y realistas, incluso fáciles al principio.
 
Por ejemplo: estudiar sin interrupciones durante media hora o hacer cinco ejercicios de una asignatura.
 
Al alcanzar la meta, él recibirá una dosis de estímulo y sabrá que puede ir más allá. A partir de ahí, las metas se pueden aumentar gradualmente.

Sé más flexible

Nadie está motivado y es productivo el 100% del tiempo. Esa es una verdad que se aplica tanto a los adultos como a los niños y adolescentes.
 
Entonces, antes de decir “mi hijo no quiere estudiar”, trata de ser más flexible y comprender si la falta de ganas es solo un cansancio momentáneo o un período de bajo rendimiento.
 
Si este es el caso, puedes acordar con tu hijo cuál será el horario de estudio y algunas reglas que debe seguir. Con flexibilidad, esto se puede hacer incluso con su participación.

Ofrece ayuda

Si tu hijo no quiere estudiar, no es tu papel discutir el contenido con él o aclarar sus dudas. La mayoría de la gente no tiene ni el conocimiento ni la didáctica necesaria para eso.
 
Deja esta tarea para los profesores.
 
Pero eso no significa que no debas ayudar a tu hijo a estudiar. Existen innúmeras maneras de hacerlo.
 
Lo más importante, en cualquiera de ellas, es que él sepa que confías en su potencial. Esta seguridad y apoyo son esenciales para que confíe en su capacidad.
 
Además, trata de enfocarte más en las conquistas y menos en las derrotas. Encuentra puntos concretos para elogiar, por menores que sean.
 
Por mucho que una calificación aún no sea la ideal, observa si es mejor que las anteriores y reconoce este avance.

Permite más autonomía

Tu hijo necesita entender que los estudios son su responsabilidad.
 
Una forma de hacerlo es fomentando su autonomía.
 
Independientemente de la edad del niño, es importante delegarle tareas que fomenten su autonomía.
 
Puede ser organizar los juguetes en la habitación, poner la ropa sucia en el cesto o hacer la cama. Estas responsabilidades sencillas le enseñan a manejar las responsabilidades solo.
 
El resultado es una perspectiva más activa frente los estudios. Con autonomía, tu hijo aprende a organizarse e incluso a identificar lo que le funciona mejor.

Habla sobre la importancia de los estudios

Muchas veces, los jóvenes no pueden comprender los beneficios de los estudios para la vida o simplemente entender por qué necesitan estudiar.
 
Por eso, es importante que tengas conversas con tu hijo que lo ayuden a darse cuenta de los beneficios del aprendizaje.
 
Pero no basta con solo hablar sobre la importancia de los estudios. Es fundamental que los padres participen activamente y, sobre todo, muestren interés por el aprendizaje de sus hijos.
 
En estos casos, el ejemplo también suele ser una herramienta poderosa.
 
Si estás siempre aprendiendo cosas nuevas y te mantienes abierta al conocimiento, haciendo cursos, leyendo, siendo curiosa y actualizándote, tu hijo se dará cuenta en la práctica de lo importante que son los estudios.

Descubre el mejor método de aprendizaje

¿Sabías que cada persona aprende mejor de una manera diferente?
 
Algunos alumnos tienen más facilidad con contenidos escritos, otros con los recursos visuales. Algunos prefieren aprender escuchando, mientras que a otros les gusta poner manos a la obra.
 
Los estilos de aprendizaje son determinantes para la forma cómo estudia tu hijo. Eso significa que un cambio sencillo puede traer grandes resultados.
 
Si deseas descubrir el estilo de aprendizaje de tu hijo, existen cuestionarios específicos para ello.

¿Cómo puede la escuela desempeñar un papel importante?

La escuela debe trabajar en colaboración con los padres, prestando especial atención a la motivación y al desarrollo del gusto por estudiar entre los alumnos.

Para ello, es importante que los profesores estén atentos y establezcan un diálogo frecuente con el alumno y la familia.

Otro punto que se debe observar es la forma cómo se planifican e imparten las clases, o los materiales y recursos utilizados en la enseñanza.

Dinámicas, ambientes y procesos que valoran los diferentes estilos de aprendizaje son importantes para crear interés por los estudios entre diferentes tipos de alumnos.


¿Cómo funciona el método Kumon y cómo puede ayudar a tu hijo en los estudios?


En Kumon el alumno estudia a su propio ritmo, independientemente de su grado escolar o edad.

Tu hijo comienza en un punto en el que puede resolver los ejercicios, aprender el contenido y obtener buenas calificaciones. Motivado, avanza gradualmente, según su capacidad.

Además de desarrollar la autonomía y el gusto por aprender, nuestro método también ayuda al alumno a superar límites, crear una rutina de estudios, tener más disciplina y aprender de forma autodidacta.

Mi hijo no quiere estudiar: dudas frecuentes

¿Has visto todo lo que se puede hacer para ayudar a tu hijo a disfrutar el estudio? Si todavía tienes dudas, aquí hay algunos puntos importantes sobre el tema:

¿Qué hacer para motivar al niño a estudiar?

  • Participa de los estudios de tu hijo y muestra interés.
  • Da el ejemplo.
  • Motiva al niño a hablar sobre lo que aprendió.
  • Ayúdale a crear una guía de estudios.
  • Quédate en silencio y respeta el horario de estudio de tu hijo.

Mi hijo no quiere estudiar: ¿puedo castigarlo?

No. Si lo hace, no aumentará sus ganas de aprender y probablemente dificultará las cosas. Usa la educación positiva y encuentra puntos concretos, por menores que sean, para elogiar.

Cómo hacer que a tu hijo le guste estudiar

Establece metas que él pueda alcanzar, por muy fáciles que sean al principio. Al darse cuenta de que tiene la capacidad para alcanzarlas, tu hijo estará más motivado para aprender. Gradualmente, las metas pueden volverse más desafiadoras.

Mi hijo no quiere estudiar: ¿qué concluir?

Antes de aceptar que “mi hijo no quiere estudiar” por pereza o falta de interés, trata de observar atentamente el contexto en el que se encuentra.

Muchas veces la causa está en problemas con amigos y colegas, baja autoestima o incluso cuestiones de salud mental como depresión y ansiedad.


Conclusión

En este artículo has descubierto que existen innúmeras razones que pueden desmotivar al alumno a estudiar.
 
Experimentan problemas emocionales, baja autoestima, falta de autonomía y dificultades de aprendizaje, entre otras razones.
 
Sin embargo, los padres pueden hacer mucho para reemplazar “mi hijo no quiere estudiar” por “a mi hijo le encanta aprender”.
 
Ser más flexible, motivar, fijar metas, elogiar, ofrecer ayuda, delegar responsabilidades y hablar sobre la importancia de los estudios son algunos ejemplos de actitudes que puedes tomar ahora mismo.
 
Además, la escuela tiene un papel importante para ayudar a tu hijo a recuperarse y tener gusto por los estudios.
 
Lo mismo puede decirse de Kumon. Con un método basado en las características propias de cada persona, tenemos un historial comprobado de alumnos que pasaron exactamente por esta transformación.
 
¿Quién sabe tu hijo pueda ser el próximo? ¡Cuenta con nosotros!



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